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¿Qué es una DANA y por qué se está produciendo cada vez más en nuestro país?
Los episodios que estamos viendo últimamente en nuestro país con lluvias torrenciales son una constante en la historia del clima español. A pesar de ello, en los últimos años hemos asistido a un aumento de las lluvias torrenciales, especialmente en la vertiente mediterránea.
Una de las noticias del sumario sin duda es el fuerte cambio meteorológico que trae lluvia y bajas temperaturas, típico del otoño. Las tormentas arrecian en el este peninsular desde hace un mes y medio y componen los primeros atisbos de una depresión aislada en niveles altos que se conoce como Dana y que recorrerá la geografía en las próximas semanas.
¿Qué es una Dana?
Lo cierto es que los últimos días de agosto, se producen tormentas que pueden llegar a la costa mediterránea, afectando principalmente a la Comunidad Valenciana y dejando granizadas importantes en Teruel. Ante esas previsiones, la agencia estatal de meteorología, activó durante los meses estivales el aviso de nivel naranja en el área metropolitana de Madrid, Guadalajara, Cuenca, Navarra y Zaragoza.
Generalmente, estas zonas se ven afectadas por fuertes rachas de viento durante esta época, acompañadas de lluvia granizo. Sin embargo antes de nada es necesario saber qué es una Dana y por qué se produce.
Una Dana es un sistema de bajas presiones que se manifiesta en las capas medias y altas de la troposfera. Para entender la información, hay que fijarse en el chorro polar, que es una corriente de viento muy intensa en niveles altos de la troposfera que circula de oeste a este y que separa el aire polar frío que se encuentra al norte de la corriente, del aire tropical cálido al sur de la corriente.
Generalmente, el chorro polar se ondula al igual que los meandros de un río y la ondulación es tan intensa que la onda queda estrangulada y desgajada del chorro polar. En este momento preciso se genera una bolsa de aire frío rodeada por aire más cálido y con ello, se crea la Dana.
Dichos fenómenos no siempre se desplazan hacia el este con una borrasca ordinaria, sino que es posible que puedan permanecer estacionarias durante varios días o moverse de manera opuesta al flujo.
Estas son las diferencias entre una Dana y la gota fría
Aunque a menudo se tiende a pensar que son fenómenos meteorológicos distintos, los términos de gota fría y Dana son prácticamente sinónimos. La gota fría, hace referencia a una masa de aire que se desprende de una corriente muy gélida y que desciende sobre otra de aire caliente produciendo perturbaciones atmosféricas.
“El origen del popular término gota fría viene de la traducción casi literal del término acuñado por la escuela alemana, que bautizó este concepto como kaltlufttropfen, que significa ‘gota de aire frío’”, explican los expertos en meteorología. “El problema es que el término “gota fría” se popularizó enormemente en los años 80 del siglo XX en España, y llegó a asociarse a cualquier episodio de lluvias intensas, estuviese implicada una DANA o no”.
Por contra, encontramos que una tormenta es un concepto distinto, puesto que es una tempestad escala local. En este caso, está producida por un gran desarrollo vertical que se llaman cumulonimbus, en las que se producen descargas eléctricas atmosféricas visibles como rayos o relámpagos.
Los sistemas nuevos que generan las tormentas normales tienen a extenderse aproximadamente 10 km y duran alrededor de una hora. Evidentemente, la Dana favorece la formación de tormentas, pero pueden aparecer sin que se produzca la Dana.
En 2020, se detectó un incremento de las Danas desde 1960 a escala global.
“A nivel geográfico, en el hemisferio norte, las zonas más favorables para la llegada de DANA son: el sur de Europa, la costa este americana, la región de China-Siberia, el nordeste del Pacífico y noroeste de América del norte. En el hemisferio sur son más frecuentes en Australia y Nueva Zelanda, extremo meridional de Sudamérica y sur de Asia”, afirman los expertos.
En nuestro país, los episodios de lluvias torrenciales son una constante en la historia de nuestro clima con riadas que han causado catástrofes en muchos puntos y épocas. “Las Dana forman parte del clima de nuestro entorno y en numerosas ocasiones han provocado problemas relacionados con las lluvias torrenciales, aunque no siempre que tenemos cerca una DANA se producen precipitaciones intensas, ya que depende de otros factores como su posición, la disponibilidad de aire húmedo en la superficie, etc”, advierten los expertos.
A pesar de ello, en los últimos años se han visto eventos extremos en el Mediterráneo por el efecto que han provocado las ganas al aproximarse al sureste de la península. Las lluvias torrenciales son más torrenciales y se ha observado especialmente en puntos de la vertiente mediterránea peninsular. Los estudios sugieren que los días de precipitación más intensa, llueve ahora más que en décadas pasadas.