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problemas de desatascos

¿Quién paga el desatasco? Inquilino vs. propietario

Los atascos en las tuberías son una de las averías más comunes tanto en viviendas como en locales comerciales. Cuando se produce este tipo de incidencia en una vivienda alquilada, surge inevitablemente una duda habitual: ¿Quién debe asumir el coste del desatasco, el inquilino o el propietario?

Este tipo de conflictos puede generar tensiones si no se resuelven correctamente, especialmente cuando ambas partes consideran que no les corresponde pagar. Para aclarar esta cuestión, analizamos en profundidad el marco legal vigente, los factores determinantes y las mejores prácticas para prevenir problemas y malentendidos.

Marco legal: Lo que dice la Ley de Arrendamientos Urbanos

La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) es la norma que rige los contratos de alquiler en España, y en ella se establece el reparto de responsabilidades en cuanto al mantenimiento y las reparaciones de la vivienda.

a)   Responsabilidad del propietario (arrendador)

Según el artículo 21.1 de la LAU, el arrendador está obligado a realizar, sin derecho a elevar la renta, todas las reparaciones necesarias para conservar la vivienda en condiciones de habitabilidad, salvo cuando el deterioro sea imputable al inquilino. Esto incluye, por tanto, reparaciones estructurales, fallos en el sistema de saneamiento por antigüedad, deterioros naturales o problemas no provocados por el uso indirecto del arrendatario.

b)   Responsabilidad del inquilino (arrendatario)

El artículo 21.4 de la misma ley establece que el arrendatario debe encargarse de las pequeñas reparaciones derivadas del uso ordinario de la vivienda. En este sentido, si el atasco se ha producido por un mal uso, negligencia o falta de cuidado, el coste del desatasco recaerá en él. Este principio legal, aunque general, debe analizarse caso por caso según la causa y el tipo de instalación afectada.

Causas del atasco: el factor que marca la diferencia

Determinar la causa exacta del atasco es el aspecto más importante a la hora de decidir quién asume el coste. Podemos diferenciar entre causas imputables al inquilino y causas atribuibles al propietario.

a)   Causas atribuibles al inquilino

  • Vertido de productos indebidos por el fregadero o el inodoro: aceites, restos de comida, toallitas, tampones, etc.
  • Falta de limpieza habitual de rejillas y desagües accesibles.
  • Manipulación inadecuada de elementos del sistema de saneamiento.

En estos casos, el atasco es consecuencia del uso inadecuado de las instalaciones, por lo que corresponde al inquilino asumir el coste de la intervención.

b)   Causas atribuibles al propietario

  • Sistema de fontanería defectuoso o antiguo.
  • Obstrucciones por raíces, hundimientos o deterioro estructural de las tuberías.
  • Acumulaciones internas no accesibles por parte del usuario, fruto del paso del tiempo.

En estos supuestos, el propietario es quien debe asumir el coste de la reparación, ya que se trata de un defecto o desgaste de los elementos estructurales de la vivienda.

El papel del informe técnico en la toma de decisiones

Una práctica recomendada, y que evita conflictos, es solicitar a la empresa de desatascos un informe técnico detallado de la intervención. Este documento debe incluir:

  • La causa del atasco identificada
  • El punto exacto donde se localizó
  • El tipo de residuos encontrados
  • Una valoración profesional de su origen probable

Este informe es clave para repartir responsabilidades de forma objetiva y evitar conflictos verbales o especulaciones. También puede resultar útil en caso de reclamaciones posteriores ante seguros, juzgados o servicios de arbitraje.

Importancia del contrato de alquiler

Muchos contratos de alquiler incluyen cláusulas específicas relacionadas con el mantenimiento y las reparaciones. Aunque no pueden contradecir la LAU, sí pueden matizar aspectos prácticos, como:

  • Quién se encarga del mantenimiento periódico de las tuberías.
  • Qué tipo de intervenciones se consideran menores.
  • Plazos para informar de averías y procedimientos de actuación.

Por tanto, tanto arrendador como arrendatario deberían leer detenidamente el contrato de arrendamiento antes de asumir o rechazar responsabilidades en un caso de atasco.

Cómo actuar ante un atasco: Pasos recomendados

Cuando se produce un atasco, es fundamental actuar con rapidez y organización. Recomendamos seguir este procedimiento:

  • Notificar inmediatamente el problema al propietario para mantenerlo informado.
  • Evitar seguir utilizando los desagües afectados para no agravar la situación.
  • Llamar a los profesionales de Desatascos Domingo para que analicen la situación.
  • Solicitar un informe técnico, tal y como se explicó anteriormente.
  • Revisar el contrato de alquiler y la legislación aplicable.
  • Determinar la causa del problema en base al informe y a la normativa.
  • Acordar por escrito quién asume el coste, en caso de duda o disputa.

En cualquier caso, actuar de forma transparente, rápida y colaborativa evita conflictos y costes añadidos.

Prevención: Cómo evitar atascos y malentendidos

Tanto inquilinos como propietarios pueden adoptar medidas preventivas para minimizar el riesgo de atascos y evitar disputas en el futuro:

Buenas prácticas para inquilinos:

  • No verter aceites, restos sólidos ni productos de higiene no biodegradables por los desagües.
  • Utilizar rejillas en duchas y fregaderos.
  • Avisar inmediatamente si se percibe mal olor, lentitud en el desagüe o cualquier señal de obstrucción.

Buenas prácticas para propietarios:

  • Realizar inspecciones periódicas de las instalaciones (sobre todo en viviendas antiguas).
  • Informar al inquilino, por escrito, de las normas básicas de uso del sistema de saneamiento.
  • Incluir cláusulas claras en el contrato respecto a reparaciones e intervenciones.

La prevención y la comunicación proactiva son la mejor forma de evitar no solo atascos, sino también disputas costosas.

En resumen…

El pago de un servicio de desatasco en una vivienda alquilada no tiene una única respuesta universal. Depende, sobre todo, del origen del problema y de la correcta interpretación de la Ley de Arrendamientos Urbanos y del contrato de arrendamiento. En líneas generales.

  • El inquilino paga si el atasco se debe a un mal uso o negligencia.
  • El propietario paga si el atasco se debe al deterioro estructural o antigüedad del sistema.

Contar con documentación técnica, actuar con transparencia y definir las reglas desde el principio evitará la mayoría de conflictos. La profesionalidad y la anticipación son clave para que cualquier incidencia se convierta en una oportunidad para fortalecer la relación entre ambas partes.

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